Tu fondo de emergencia no tiene por qué ser complicado

La mayoría de nosotros sabemos que necesitamos un colchón financiero. Pero entre las facturas mensuales, los gastos inesperados y la vida diaria, a menudo nos preguntamos por dónde empezar. La respuesta es más simple de lo que piensas.

Trabajamos contigo para crear un plan realista que se adapte a tu situación actual, no a la de otra persona. Porque cada familia tiene sus propias necesidades.

Descubre cómo empezar
Planificación financiera personal y fondos de emergencia

¿Por qué tantos abandonan antes de conseguirlo?

Hemos visto el mismo patrón docenas de veces: alguien decide crear su fondo de emergencia, establece una meta ambiciosa y tres meses después se rinde. No es por falta de motivación. Es porque los consejos genéricos que encuentran online no se ajustan a su realidad.

Un profesional autónomo con ingresos variables necesita un enfoque diferente al de alguien con un salario fijo. Una familia con hijos tiene prioridades distintas a las de una persona soltera. Y eso está bien.

Nuestra filosofía es simple: tu fondo de emergencia debe funcionar para ti, no contra ti. Adaptamos cada estrategia a tu vida real.

Tres pasos que realmente funcionan

Olvida las fórmulas complicadas. Este es el método que utilizamos con nuestros participantes desde 2024.

1

Analiza tu situación real

Empieza por entender tus gastos actuales. No los gastos ideales que te gustaría tener, sino los reales. Revisa tus últimos tres meses de movimientos bancarios y busca patrones. Esto te da una base honesta para trabajar.

2

Define tu meta inicial

Olvidemos esa regla de seis meses de gastos por ahora. Si nunca has tenido un fondo de emergencia, empieza con algo más manejable: 500 euros, o incluso 300. Una meta pequeña que puedas alcanzar te mantiene motivado para seguir adelante.

3

Automatiza lo básico

Configura una transferencia automática el día después de cobrar. No tiene que ser una cantidad enorme. Mejor 30 euros cada mes de forma consistente que 200 euros una vez y luego nada. La constancia supera a la intensidad cada vez.

Cuándo necesitarás ese dinero que estás guardando

  • Tu coche deja de funcionar un martes normal y el mecánico te dice que la reparación cuesta 800 euros
  • Tu empresa reduce personal y tienes dos meses para encontrar algo nuevo mientras sigues pagando el alquiler
  • Una urgencia dental que no puede esperar y tu seguro solo cubre una parte
  • El frigorífico se estropea en pleno agosto y necesitas uno nuevo antes de que se eche a perder toda la comida
  • Un familiar tiene una emergencia médica en otra ciudad y necesitas viajar inmediatamente
Situaciones de emergencia financiera en la vida cotidiana

Un ejemplo práctico que puedes usar hoy

Digamos que ganas 1.800 euros al mes después de impuestos. Tus gastos fijos mensuales suman alrededor de 1.400 euros. Eso te deja con 400 euros para todo lo demás: ocio, imprevistos, ahorros.

Si apartas 100 euros cada mes para tu fondo de emergencia, en seis meses tendrás 600 euros. No es una fortuna, pero es suficiente para cubrir la mayoría de pequeñas emergencias sin recurrir a una tarjeta de crédito.

En un año, habrás acumulado 1.200 euros. Y aquí está lo interesante: cada vez que uses ese dinero para una emergencia real, simplemente vuelves a empezar a construirlo.

La clave no está en acumular una cantidad masiva de golpe. Está en crear el hábito de tener siempre algo disponible.

Simulación básica

1.800€

1.400€

100€

600€

1.200€

Estos números son solo un punto de partida. En nuestro programa ajustamos estas cantidades según tu situación específica y te ayudamos a encontrar el equilibrio adecuado entre vivir ahora y prepararte para lo inesperado.

Empieza tu plan personalizado en julio de 2026

Nuestro próximo programa intensivo de planificación de fondos de emergencia comienza en julio. Durante ocho semanas trabajarás con material práctico y tendrás acceso a ejemplos reales de diferentes situaciones financieras.

No prometemos milagros ni fórmulas mágicas. Lo que sí ofrecemos es un método probado que funciona cuando te comprometes con él. Varios participantes de nuestros programas anteriores han compartido que el mayor cambio no fue la cantidad que ahorraron, sino la tranquilidad de saber que podían manejar un imprevisto.

Educación financiera y planificación de emergencias